El conflicto armado colombiano fue durante mucho tiempo la guerra civil activa más larga del mundo. Comenzó oficialmente en 1964 con la creación de dos movimientos guerrilleros, pero la violencia había comenzado mucho antes. Tras numerosos intentos fallidos, en 2012 se inició un exitoso proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC con un acuerdo final firmado en noviembre de 2016. En 2018 continúan las conversaciones entre el gobierno colombiano y una segunda organización guerrillera, el ELN.
Orígenes
El conflicto armado en Colombia comenzó oficialmente en 1964 con la formación de dos grupos guerrilleros distintos, las FARC y el ELN. Sin embargo, la violencia en Colombia había comenzado mucho antes. Tras varias guerras civiles entre las élites colombianas en la segunda mitad del siglo XIX, el asesinato del candidato presidencial del Partido Liberal, Jorge Gaitán, en 1948, inició una década de violencia que se conoció como la Violencia. Durante este periodo fueron asesinados más de 200.000 colombianos, principalmente campesinos.
Aunque había comenzado como un levantamiento popular, la Violencia estaba siendo orquestada por las élites terratenientes liberales y conservadoras para promover sus propios intereses políticos y económicos, y en 1958 los dos partidos llegaron a un acuerdo para poner fin a la lucha. El acuerdo aseguraba la exclusión de todos los demás partidos políticos del sistema político.
Guerra de guerrillas
En el contexto de la violencia constante durante la década de 1950, los campesinos empezaron a organizarse en una serie de zonas autoprotegidas y autónomas en el sur del país. Sin embargo, la élite terrateniente trató de continuar su expansión y presionó al gobierno para que actuara contra estas zonas denominadas despectivamente «repúblicas independientes». En 1964 se lanzó la Operación Marquetalia contra la principal zona autónoma del mismo nombre. Cuando las tropas pudieron finalmente entrar en el pueblo tras una intensa batalla, los combatientes ya habían desaparecido. Habían rediseñado su estrategia y comenzaron a luchar como un ejército guerrillero. En 1966 este ejército guerrillero se convertiría oficialmente en las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
En el mismo año en que el Ejército colombiano lanzaba su ataque en Marquetalia, un grupo de estudiantes que se había inspirado en la Revolución Cubana y en la filosofía revolucionaria del Che Guevara regresó de Cuba y formó el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En 1965 lanzó su primer ataque en Simacota, donde distribuyó un folleto, el Manifiesto de Simacota, que llamaba a «las masas conservadoras y liberales a unirse para derrotar a la oligarquía de ambos partidos».
Paramilitares
Mientras que las estructuras de tipo paramilitar fueron utilizadas por primera vez por el Partido Conservador en la década de 1950 durante La Violencia, los orígenes de los paramilitares actuales surgieron en la década de 1980. En estos grupos confluyeron grandes terratenientes y empresarios, cárteles de la droga y el ejército colombiano con el objetivo de promover intereses económicos y combatir la amenaza que suponían los diferentes grupos guerrilleros. Desde el principio, las estructuras paramilitares contaron con un apoyo muy arraigado del Estado colombiano y dirigieron gran parte de su violencia contra los activistas políticos.
En 1997, los grupos paramilitares, dispares pero superpuestos, se unieron en una estructura nacional denominada Autodefensas de Colombia (AUC). Este periodo fue el más intenso en cuanto a abusos contra los derechos humanos, ya que los paramilitares se expandieron por todo el país.
En 2002, Álvaro Uribe llegó a la presidencia tras una campaña en la que prometía un enfoque de línea dura contra la guerrilla y con la bendición de los paramilitares. Introdujo su característica política de Seguridad Democrática, que condujo a una intensificación de la militarización del país y a un aumento de las violaciones de los derechos humanos. El proceso de desmovilización de 2005 supuso la reorganización de las estructuras paramilitares en nuevos grupos dispares.
Causas profundas
El conflicto armado colombiano fue el resultado directo de un conflicto social y político muy arraigado. A pesar de la enorme riqueza natural, un gran número de colombianos vive en la pobreza. Esta pobreza se concentra especialmente en las zonas rurales. Mientras que el 30% vive por debajo del umbral de la pobreza en las zonas urbanas de Colombia, esta cifra se eleva al 65% en las regiones rurales. Por ello, Colombia es uno de los países más desiguales del mundo.
A lo largo de la historia de Colombia, las oportunidades de abordar esta desigualdad social a través del sistema político se han visto obstruidas por la violencia política sistemática. Los partidos de la oposición, los movimientos políticos progresistas y los activistas comunitarios han sido objeto de ataques para proteger el statu quo político y económico. Las organizaciones guerrilleras surgieron como respuesta a esta situación, por lo que el conflicto armado fue el resultado directo de un conflicto social y político sin respuesta.